Los tradicionales patrones de consumo lineal- tomar, hacer y deshacer están siendo cada vez una limitante mayor en la disponibilidad de recursos. Y por otra parte, esta situación se ve agravada dada la creciente demanda y cada vez más próspera población, generando una sobreexplotación insostenible de los recursos, mayores niveles de precios, y una mayor volatilidad en muchos mercados (Ellen MacArthur Foundation,2013).

Frente a esta situación, es que la urgencia de un modelo económico circular se está haciendo cada vez más fuerte. Para lograr una mejora sustancial del rendimiento de los recursos, las empresas deben necesariamente explorar nuevos modelos que garanticen la circularidad. Para eso una de las piezas claves es “Recuperar” donde los bienes de hoy sean los recursos de mañana. Esto significa recoger materiales usados para volverlos a emplear en la producción de nuevos productos e introducirlos nuevamente en la cadena de consumo.

De esta manera se permite derribar el mito que existe en torno al destino final de los residuos, visibilizando el reciclaje como fuente de obtención de materias primas y el resultado virtuoso que un proceso de producción cerrado puede generar en términos sociales y ambientales.

Beneficios de recuperar materiales:

• Permite un ahorro significativo de energía .
• Evita la explotación recursos naturales vírgenes.
• Reduce significativamente los costos en materiales.
• Evita los métodos de extracción de recursos naturales, que son invasivos y contaminantes.
• Reduce la contaminación medioambiental, por lo tanto también la cantidad de desechos que llegan a vertederos y al ecosistema.

Frente a esto es clave la correcta recuperación del material, donde necesariamente se deben cumplir correctamente los ciclos asociados al reciclaje, siendo clave que:

• El consumidor debe disponer sus residuos correctamente en los puntos limpios. Limpiándolos y separándolos según el tipo de materialidad. Es fundamental que estén en un buen estado para poder pasar a la etapa siguiente.
• Una vez que el material ya entra a la planta de reciclaje debe ser correctamente gestionado para poder transformarlo efectivamente en nuevos productos.