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Conversamos con Thais Vojvodic, Plastics Pact Network Manager en Ellen MacArthur Foundation, sobre las posibilidades que entrega la Economía Circular como una solución sostenible tras la pandemia y cómo se está desarrollando el trabajo de la Red Global de Pactos por los Plásticos y su compromiso por potenciar el paso hacia una Nueva Economía de los Plásticos.
¿Por qué el paso hacia una Economía Circular es clave para responder los desafíos a nivel económico y medioambientales y por qué se establece como una solución sostenible crítica para la recuperación post pandemia?

El presente modelo económico de “extraer, producir, desperdiciar” está llegando a sus límites físicos y está en el origen de los principales desafíos globales, como el cambio climático y la contaminación por plásticos. Una Economía Circular ofrece oportunidades de enfrentar estos desafíos y crear beneficios económicos, medio ambientales y sociales mediante la aplicación de tres principios: eliminar residuos y contaminación desde el diseño; mantener productos y materiales en uso; y regenerar sistemas naturales.

Con respecto a los plásticos, por ejemplo, nuestro informe de 2016 revela que en el escenario actual el océano podría tener más plástico que peces hasta 2050. Además de reforzar la estimación con datos adicionales, el estudio Rompiendo la Ola de Plástico, lanzado recientemente por Pew Charitable Trusts y SYSTEMIQ, proporciona la evidencia más clara hasta la fecha de que ninguna de las soluciones existentes funcionará de manera aislada: no podemos vencer la contaminación por plástico mediante reciclaje, y tampoco mediante la simple reducción del uso de los plásticos. El informe muestra que debemos adoptar un enfoque integral de economía circular, que tiene el potencial de reducir el volumen anual de plásticos que entran a nuestros océanos en un 80%; generar ahorros de 200 mil millones de dólares por año; reducir en 25 % las emisiones de gases de efecto invernadero y crear 700.000 empleos adicionales netos al 2040.

Covid-19 ha exacerbado las fragilidades y la naturaleza derrochadora de nuestra economía lineal, y ha habido una mayor conciencia de que el sistema actual está roto. Ha habido un apoyo generalizado para reconstruir mejor y repensar la economía global mientras el mundo se recupera de los efectos económicos de esta pandemia. A medida que los gobiernos buscan la manera de avanzar, la Economía Circular ofrece una solución para reconstruir con más resiliencia y en línea con objetivos de bajo carbono. Se han hecho llamados para utilizar paquetes de estímulo gubernamentales para acelerar la transición a una Economía Circular. En una declaración conjunta dirigida por la Fundación Ellen MacArthur y publicada en el Financial Times, 50 líderes mundiales, incluidos directores ejecutivos de algunas de las empresas, responsables políticos y filántropos más grandes del mundo, reafirmaron su compromiso de construir una Economía Circular a medida que el mundo se recupera de esta pandemia. La Economía Circular ahora es más relevante que nunca.

Desde esta perspectiva, ¿Cómo una visión común y coordinada desde lo que establecen como base los 6 principios de la Nueva Economía de Los Plásticos, permite y potencia un cambio real en la forma en que repensamos el uso del plástico y, sobre todo, permite concretar los compromisos establecidos en los diferentes pactos a nivel mundial?

La transición del sistema de plásticos hacia una Economía Circular implica un cambio sistémico y requiere un nivel de colaboración sin precedentes entre actores de todo el sistema. No se puede hacer de manera aislada. El Compromiso Global por una Nueva Economía del Plástico y la Red del Pacto del Plástico ya unen a más de 850 organizaciones detrás de una visión común, con objetivos claros y realizables, estableciendo una dirección clara y un nivel mínimo de ambición para 2025. Instamos a los que están fuera de esta comunidad en crecimiento a unirse a este esfuerzo internacional.

Debemos ELIMINAR los plásticos que no necesitamos, yendo más allá de quitar las pajitas y bolsas de plástico, sino también crecer rápidamente modelos innovadores de delivery que entreguen a los clientes productos sin envase o usen envases reutilizables. También se puede considerar la sustitución de materiales, cuando sea relevante y teniendo en cuenta las consecuencias no deseadas. El uso de plástico debería reducirse en casi un 50 % para 2040 en comparación con el escenario habitual. Esto equivale a un crecimiento neto cero en el uso de plástico en comparación con lo actual. Cualquier escenario destinado a lograr la misma reducción en la fuga de plástico en el océano para 2040 con una menor reducción en el uso de plástico es significativamente más costoso, aumenta las emisiones de GEI y requiere tasas de recolección en (áreas rurales) el Sur Global que no son realistas con las soluciones conocidas.

El despliegue de todas las soluciones conocidas para residuos plásticos a una velocidad y escala realísticamente máximas provocaría, de todas maneras, que más de 150 millones de toneladas fueran vertidas, incineradas o mal gestionadas cada año para 2040. Esto incluiría 5 millones de toneladas entrando al océano. Esta es una mejora del 80 % en comparación con el escenario habitual, pero sigue siendo inaceptablemente alta. Además de la ampliación radical e inmediata de soluciones conocidas, debemos INNOVAR a una velocidad y escala sin precedentes hacia nuevos modelos de negocios, diseño de productos, materiales, tecnologías y sistemas de recolección para acelerar la transición a una economía circular. Si las industrias de plásticos y gestión de residuos aumentaran su intensidad de I+D al mismo nivel que, por ejemplo, la industria de la maquinaria, se crearía una agenda de I+D de 100 mil millones de dólares anuales para 2040, una cuadruplicación de la inversión en I+D en comparación con los niveles actuales.

Las empresas se deben movilizar rápidamente para diseñar todos los artículos de plástico de manera que sean reutilizables, reciclables o compostables. También es crucial financiar la infraestructura necesaria, aumentando rápidamente nuestra capacidad de recolectar y CIRCULAR estos objetos. Esto requerirá fondos por cerca de 30 mil millones de dólares al año en el mejor escenario. Sin una acción significativa en cuanto a eliminación y rediseño, estos costos serían significativamente más altos. Es muy poco probable que este financiamiento provenga solo de los presupuestos gubernamentales, especialmente en el Sur Global, donde existen las mayores brechas de infraestructura. Por lo tanto, deben implementarse con urgencia, a nivel mundial, mecanismos que mejoran la economía del reciclaje y que proporcionan flujos de financiamiento recurrentes y estables con contribuciones justas de la industria, tales como la Responsabilidad Extendida del Productor (en inglés, Extended Producer Responsibility o EPR) o iniciativas equivalentes lideradas por la industria.

¿Cómo Ellen MacArthur Foundation desarrolla un trabajo conjunto y constante con las diferentes entidades tras los pactos a nivel mundial?

El Pacto del Plástico es una red de iniciativas locales y regionales que reúne a las partes interesadas clave para implementar soluciones hacia una economía circular para el plástico. Cada iniciativa es dirigida por una organización local y une a gobiernos, empresas y ciudadanos en una visión común con un ambicioso conjunto de objetivos locales para:

  • Eliminar los envases de plástico innecesarios y problemáticos mediante el rediseño y la innovación.
  • Pasar de un solo uso a al reúso cuando sea relevante.
  • Asegurarse de que todos los envases de plástico sean reutilizables, reciclables o compostables.
  • Aumentar la reutilización, recolección y reciclaje o compostaje de envases de plástico.
  • Incrementar el contenido reciclado en envases de plástico.

Las primeras iniciativas nacionales en las redes del Pacto del Plástico son: El Pacto del Plástico del Reino Unido, liderado por WRAP, el Pacte National sur les emballages plastiques en Francia liderado por ConsultantSeas, Circula El Plástico en Chile liderado por el Ministerio de Medio Ambiente con la Fundación Chile y Plastic Pact NL en Holanda liderado por el Ministerio de Infraestructura y Gestión del Agua. En 2020, vimos el primer Pacto Africano unirse a la red, The South African Plastics Pact, liderado por Green Cape, dimos la bienvenida al Pacto Portugués de Plásticos liderado por Smart Waste Portugal y ahora en septiembre a Estados Unidos con el US Plastics Pact liderado por The Recycling Partnership y WWF y a Polonia con the Polski Pakt Plastikowy liderado por Kampania 17 Celów. El Pacto Europeo del Plástico es la primera iniciativa regional que se une a la red.

El Plastics Pact Network es una respuesta globalmente alineada a los desechos plásticos y la contaminación, que permite compartir conocimientos vitales y acciones coordinadas. Desde su lanzamiento, ha demostrado ser una plataforma única para intercambiar aprendizajes y mejores prácticas en todas las regiones, acelerando la transición hacia una economía circular para el plástico.

¿Cuál ha sido el trabajo que han desarrollado en conjunto con Circula el Plástico / Pacto Chileno de los Plásticos con foco en el cumplimiento de los 4 compromisos y la implementación de las primeras iniciativas 2020-2021

Chile fue el primer Pacto lanzado en América Latina, en 2018, mostrando liderazgo en esta temática en la región.  En Chile, el Pacto es liderado por Fundación Chile y hay juntado más de 40 organizaciones, mientras empresas, gobierno y sociedad civil, acordados en las siguientes metas hasta 2025:

  •       Eliminación de los envases problemáticos o innecesarios de un solo uso.
  •       El 100% de los envases de plástico serán reutilizables, reciclables o compostables.
  •       1/3 de envases de plástico efectivamente reciclados o compostados.
  •       25% de contenido reciclado promedio en todos los envases de plástico.

La intensidad de participación de cada sector varía en cada Pacto, En Chile el Ministerio de Medio Ambiente definitivamente tuvo un rol crucial en el proceso de desarrollo del Pacto.

Desde el lanzamiento, el grupo ha trabajado para crear una Hoja de ruta colectiva, con distintos roles a cada sector, y con mecanismo de transparencia mientras evolucionan las regulaciones locales, como escuchamos más temprano.

Los miembros del Pacto chileno lideran hoy 6 grupos de trabajo con el objetivo de implementar soluciones prácticas. Los grupos tratan de temas como Diseño Circular, Reúso, Innovación Abierta, Infraestructura, Cultura y Diálogo.

Una curiosidad es que el Pacto Chileno fue el primero en incluir el sector informal en su ruta. Ahora que África del Sur ha lanzado su pacto están particularmente interesados en intercambiar prácticas con Chile, por tener características similares.

Acreditamos que este tipo de colaboración que involucra toda la cadena de valor y sectores es crucial para crear una economía circular de los plásticos en Chile y también globalmente.

Thais Vojvodic, Ellen MacArthur Foundation:

«Debemos adoptar un enfoque integral de economía circular, que tiene el potencial de reducir el volumen anual de plásticos que entran a nuestros océanos en un 80%; generar ahorros de 200 mil millones de dólares por año; reducir en 25 % las emisiones de gases de efecto invernadero y crear 700.000 empleos adicionales netos al 2040».